Son muchas las personas que padecen dolores articulares o musculares. Son, no hay duda, uno de los grandes males de nuestro tiempo, motivo de frecuentes consultas médicas.
“El dolor articular conocido también como artralgia, se trata principalmente de un síntoma, no de una enfermedad, ya que realmente la causa del dolor es de una enfermedad. Es común en patologías como la artrosis y la artritis, procesos reumatológicos o lesiones temporales producidas, por ejemplo, por golpes, sobrecargas o contracturas, apareciendo en forma de pinchazos o dolor agudo y en otras manifestaciones, afectando a la calidad de vida del que las sufre”, nos cuenta la farmacéutica Mar Sieira, que nos confirma que podemos aliviarlo mediante la toma de fármacos, pero añade que la medicina natural también nos ofrece soluciones óptimas en la mayoría de los casos, sin los efectos secundarios de los fármacos.
La experta nos resume cuáles son algunas de las plantas medicinales que encontramos para solucionar estos síntomas.
Romero
Estamos ante una hierba aromática y medicinal estupenda para reducir todo tipo de dolores articulares, debido a que en su composición contiene de ácido ursólico, el cual combate de forma muy efectiva este tipo de infecciones que se producen alrededor de los cartílagos o en las articulaciones de manos y rodillas, y sin provocar ningún efecto secundario.
Mar Sieira nos explica que se puede utilizar en forma de infusión, pero también por vía tópica. Y es que es habitual recurrir a friegas con alcohol de romero con este objetivo.
Jengibre
En opinión de la farmacéutica Mar Sieira, esta raíz medicinal es, posiblemente, uno de los mejores antiinflamatorios naturales, muy adecuado también para tratar los procesos relacionados con el dolor articular.
Su actividad se la debe a unos compuestos llamados gingeroles que se ha estudiado que reducen la liberación de las sustancias del organismo que contribuyen a la inflamación. ¿Cómo debes sacarle partido? Se puede utilizar en infusión o su raíz rallada.
Harpagofito
También conocido como “garra del diablo” por la forma de la planta. Sus raíces son ricas en glucoiridoides, de reconocida actividad antiinflamatoria y analgésica. Es un gran analgésico y antiinflamatorio de acción rápida y continuada, lo que permite su uso en pacientes con afecciones crónicas articulares (como la gota). La experta nos detalla que la forma más fácil y frecuente de tomarlo es en comprimidos o cápsulas, por su fácil administración y dosis exacta.
Cola de caballo
Un clásico entre las hierbas medicinales, que tiene el mérito de ser reconocida como uno de los mejores antiinflamatorios naturales, y además nos aporta numerosos minerales y vitaminas. Destaca, además, por su acción diurética, que ayuda a evitar la temida retención de líquidos. Se toma en infusión o en preparados fitoterápicos en forma de cápsulas por vía oral.
La reina de los prados
Menos conocida, pero muy útil también es esta planta herbácea, perenne, perteneciente a la familia de las rosáceas. En fitoterapia, se utiliza por sus propiedades sobre la flexibilidad y movilidad de las articulaciones.
Como planta medicinal se puede tomar en infusión de las sumidades floridas frescas o secas (que se recolectan entre mayo y agosto), aunque es mejor secarlas si se quiere tomar durante el resto del año.
Árnica
La farmacéutica nos confirma que se trata de antiinflamatorio muy eficaz. Es la gran aliada del deportista y la más eficaz de entre los antiinflamatorios de uso externo. Es muy habitual utilizarla para aplicar sobre golpes, dolores, hematomas e hinchazones porque tiene efectos antiinflamatorias y analgésicos y estimula la circulación sanguínea. Además, presenta efectos analgésicos, antisépticos y cicatrizantes. Se aplica sólo por vía externa en preparados tópicos y cremas.
Cúrcuma
Es una planta de la familia del jengibre que se utiliza en Asia desde hace siglos. Su rizoma contribuye a mantener la flexibilidad y el bienestar articular. Mar Sieira nos da una recomendación para aprovechar aún más sus beneficios: si se asocia a la pimienta negra potencia su absorción, y por tanto su actividad. Y, además, también puedes encontrar la cúrcuma asociada al jengibre en infusión.
Ajo
Este alimento, tan presente en nuestra cocina es rico en un compuesto llamado alicina, que sólo se forma cuando machacamos o partimos ajo crudo, por lo que, tal y como nos cuenta la experta, si se cocina antes de machacarlo, sus beneficios no serán los mismos. Este compuesto ayuda a disminuir el líquido que se acumula en las articulaciones aliviando, de esta forma, el dolor.
Gaulteria
También se utiliza por vía externa para calmar el dolor. Además es antiinflamatoria, analgésica y antipirética. Se utiliza exclusivamente por vía tópica, aprovechando que los aceites esenciales se absorben rápidamente a través de la piel, y así evitamos que provoque reacciones de irritación gástrica.
Se pueden aplicar localmente un par de gotas de su aceite esencial mezclado en un aceite vegetal o una crema hidratante corporal. El efecto calmante aparece a los segundos.